jueves, 22 de abril de 2010

La primera vez...

La primera vez que nos cruzamos, lo vi sin mirarlo… sin embargo, lo recuerdo. Fue en la puerta de la universidad, a la hora de salida, entre un mar de estudiantes. Lo miré y mi cerebro lo registró de inmediato, me detuve un segundo en él y después seguí mi camino.
Después lo volví a encontrar. En medio de un caos de música, humo y alcohol, apareció un par de veces entre todas las figuras negras que trabajaban en ese lugar. Una vez más se registró en mi mente sin hacerse presente, era una silueta nada más. Yo estaba distraída, había estado distraída por muchos meses antes de conocerlo y lo seguiría estando muchos meses después.

Pasó un tiempo antes de que se hiciera visible. Era de noche… aunque para ser honesta, con él siempre fue de noche, aunque el sol brillara y nos quemara los ojos.

Es difícil recordarlo ahora, ya casi se esta desvaneciendo… tengo que forzarme a sentirlo, cuando antes no hacia otra cosa que sentir… Supongo que es algo bueno, debe ser que lo estoy dejando ir o ya lo he hecho y apenas lo estoy notando.

Cuando se hizo visible seguía siendo una figura borrosa para mi. Era alguien que estaba para tapar huecos y lamer heridas abiertas. Existían sentimientos, algunos… existía comodidad y amistad… El cómo paso de ser alguien a quien yo temía lastimar por no corresponderlo, a mi historia más dolorosa, no lo sé… pero pasó.

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