domingo, 13 de junio de 2010

Frida...

Hace algunas noches me puse a ver la película de Frida, donde Salma Hayek interpreta a esta compleja pintora mexicana y aunque muchos dirán que fue una actuación mediocre, critiquen el hecho de que la película está en inglés y, como el señor que me vendió un libro de análisis de las pinturas de Frida Kahlo, digan que Frida no fue nadie sin Diego Rivera, yo quedé profundamente conmovida. Ya había visto la película hace algunos años, pero cuando vi la película por primera vez aun no experimentaba todos esos sentimientos de dolor, decepción, frustación, miedo y soledad con los que pude identificarme totalmente a lo largo de la cinta. Lloré como una Magdalena, lloré como hace mucho no lloraba... de pronto lloraba y lloraba y ya ni miraba la película... Me sentí aludida en cada escena, en cada diálogo, en cada momento... Y no porque me piense la Frida Kahlo de esta década, sino porque pienso que dentro de cada una de nosotras existe una Frida con toda su dualidad, luchando por ser amada, luchando por ser más fuerte, por expresar sus emociones de la manera que mejor conoce. Porque después de ver una película como esa, sea o no sea cercana a la realidad, tienes dos opciones, deprimirte o absorber toda la fuerza de su última línea: "Doctorcito, si me deja echarme este tequila, le prometo no tomar en mi funeral"... ¡Viva la vida!

Para hoy:

Cine: "Frida", la de Salma o la que quieran...
Libro: "Frida Kahlo, las pinturas", de Hayden Herrera
Canción: "Paloma Negra", con Chavela Vargas

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